Podgorica, una capital que no parece tal

Spoiler alert: Todo lo que leyeron es cierto. Podgorica *no* es un gran lugar para el turismo.

Podgorica, una capital que no parece tal

Existen lugares donde hay mucho para admirar. También existen lugares donde no hay demasiado para ver. Y luego existe Podgorica, la capital de Montenegro.

Podgorica, pronunciado "podgóritsa", es el nombre de la mayor ciudad del pequeño país de la ex-Yugoslavia. Aún así, no alcanza los 200000 habitantes. Pero habiendo visto ciudades mucho más pequeñas como Kotor y Budva conservar su atractivo turístico en pleno otoño, no parecía haber motivos para sospechar que en la capital del país no habría nada para ver ni nada para hacer.
Creo que el problema no fue la baja temporada, sino que la cruda realidad es que el atractivo turístico de Podgorica es nulo todo el año.
De todos modos, hicimos todo lo posible para encontrarle algo disfrutable a la ciudad que durante el comunismo se llamó Titogrado, en honor al presidente de Yugoslavia, Josip Broz, conocido como el Mariscal Tito. En esa época, más o menos todo se llamaba Tito, igual que en la Unión Soviética todo se llamaba Lenin.


Nos alojamos en el Montenegro Hostel B&B Podgorica, ubicado en la ciudad vieja. Tal vez estén pensando "¡Ah, hay una ciudad vieja!". Sí, hay una ciudad vieja, en el área que se desarrolló en la época del Imperio Otomano. En este barrio se encuentra la confluencia de dos ríos muy bonitos: el Ribnica, angosto y transparente, y el Morača, ancho y esmeralda. Sobre el Ribnica hay un puente viejo y las ruinas de un fuerte antiguo. ¿Suena interesante? Créanme, no lo es. El puente es muy pequeño, y el río está lleno de bolsas y botellas de plástico que, al ser el río tan transparente, se observan fácilmente en su lecho tanto como en las orillas. Las verdaderas estrellas de la ciudad vieja son estas:

Pavos

Caminando desde la estación de autobuses hasta el hostel, nos encontramos con imágenes como la anterior. No podíamos evitar preguntarnos si estábamos en el lugar correcto; parecía que habíamos atravesado ya la ciudad y que estábamos en el campo. Pero el lugar era el correcto. Nada más lejos de un sitio UNESCO. Esto es como un pedacito de campo exactamente en el medio de la ciudad más grande del país.

Los símbolos de la ciudad son la Torre del Reloj, otomana, y el Puente del Milenio, moderno. Ninguno de los dos es particularmente interesante.

Torre del Reloj

Que sea un lugar tan decepcionante no es enteramente culpa de la pobre Podgorica: la ciudad fue bombardeada por los aliados en varias ocasiones entre 1943 y 1944, cuando estuvo ocupada por la Alemania Nazi, y solo unas pocas edificaciones otomanas sobrevivieron, entre ellas la Torre del Reloj. Pero lo cierto es que desde entonces ha pasado mucho tiempo, y no parece que haya grandes intenciones de darle una nueva vida a este lugar; menos ahora que el enorme atractivo turístico del interior de Montenegro comienza a ser descubierto por gente de todo el mundo. No solo por sus bellas costas en el mar Adriático, sino también por sus montañas y parques naturales.

Lo único medianamente destacable es la Catedral de la Resurreción de Cristo, inaugurada recién en 2013, ecléctica pero con buen gusto, con un lindo mosaico en la entrada. Casualmente, cuando fuimos a verla, pudimos presenciar un casamiento ortodoxo.

Catedral
Mosaico de la entrada de la Catedral

También se puede visitar un pequeño palacio, que más bien es una casa grande, el Palacio Petrović. Se supone que allí hay una galería de arte, pero cuando nosotros fuimos, estaba cerrado y sin ninguna indicación de que allí hubiese nada, nunca.

Suspiro profundo.

Day trip: Lago Skadar

Lago Skadar

Un día de buen tiempo nos tomamos el tren (muy barato, creo que costaba 1 euro) a Virpazar, un pueblo a la orilla del Lago Skadar desde donde parte generalmente la gente que quiere pasar el día en el lago del lado montenegrino. Este lago es el más grande de los Balcanes, y es compartido entre Montenegro y Albania. Mucha gente lo visita desde el lado albanés, donde se encuentra la importante ciudad de Shkodër, cuarta en población en Albania, que da nombre al lago. Nosotros elegimos hacer el day trip desde Podgorica, y saltear la ciudad de Shkodër para poder llegar un poco más al sur de Albania en los 5 días que habíamos reservado para ese país.

La desventaja del tren es que la estación de Virpazar está un poco lejos del pueblo, a algo más de 1 km, y parte del camino hay que hacerlo al costado de la ruta.

Una vez llegados al pueblo, pasamos por una situación incómoda en la cual un señor nos dice que brinda información turística y nos lleva a un pequeño restaurante, donde queda claro que no se trataba de información turística oficial, sino de alguien tratando de vendernos un viaje en bote por el lago a un precio ridículamente alto. Insistía en que la gente que visitaba el lago iba en bote. Nosotros queríamos simplemente caminar un rato cerca de la orilla. El tipo repetía y repetía lo mismo. Para zafar, quedamos en que íbamos a pensar y volver en una hora para el paseo en bote. Obviamente no volvimos hasta mucho más tarde, después de la caminata que habíamos pensado.
Nuestra idea era caminar hasta un pueblito llamado Godinje, donde había bodegas de vino y algún restaurante, pero no nos interesaba nada de eso; la idea era hacer una caminata.

Lago Skadar

Como nos habían advertido, en temporada baja el lago estaba igualmente bajo y las orillas eran pantanosas y poco atractivas. Bastante basura a los costados del camino, también. Nos mandamos a caminar por la angosta ruta de los autos, algo posible porque parece ser una ruta muy poco transitada. El camino subía bastante y luego bajaba bastante, así que era cansador en ambos sentidos. Las vistas eran bastante lindas, aunque las nubes bajas del otro lado del lago no permitían apreciar correctamente las altas montañas. El lago en sí no era de los más bonitos que hubiera visto, pero la naturaleza circundante estaba muy bien, y llegar ahí había sido muy barato, así que no había nada de qué quejarse.

Godinje resultó ser un pueblito minúsculo en la ladera de una montaña, con construcciones muy pero muy viejas, muchas de ellas claramente abandonadas. Bastante encantador, debo decir.

Godinje

A la vuelta en Virpazar, no nos encontramos con el vendedor de excursiones, por suerte, pero sí con una perrita que evidentemente había tenido crías hacía poco, y que nos seguía a todas partes y nos partió el corazón tener que dejarla atrás. Inserte música triste de violines aquí.

Al día de hoy todavía nos queda la duda de si no hubiese sido una mejor elección visitar Cetinje, la antigua capital de Montenegro, la cual habíamos visto apenas desde el bus de Kotor a Podgorica y parecía un lugar interesante, rodeado de montañas y probablemente lleno de historia.

Recomendación de comida: Pizzeria Ćošak

51 Balšića, Podgorica, Montenegro

Podgorica tiene una ventaja entre todas las negativas, y es que, comparada con las ciudades de la costa del Adriático, es muy barata. Tanto el alojamiento como la comida son bastante económicos, en sintonía con la mayor parte de la región balcánica, pero a diferencia de las grandes atracciones costeras como Kotor, Budva o (ni hablar) Dubrovnik.
Nos habían recomendado una pizzería, "Buongiorno", en la que una pizza (individual) costaba 2 euros, y nos pareció que era una buena idea ir a ver qué tal estaba. Pero cuando llegamos a la calle donde estaba esta pizzería, vimos el negocio y nos pareció poco atractivo. En cambio, dos o tres locales antes, en la misma cuadra, habíamos visto otra pizzería mucho más linda y con precios similares. Así que optamos por la que nadie nos había recomendado, algo que rara vez hacemos. Y creo que comer en Picerija Ćošak fue un gran acierto. La pizza fue de las más ricas que hemos comido. Y al salir, vimos una de las pizzas del negocio que nos habían recomendado, y no se veía ni la mitad de apetitosa — aunque todo el mundo parece decir que esa pizzería también es excelente, así que pueden probarla por nosotros si tienen la desgracia de terminar en Podgorica, y luego nos cuentan.

Ćošak

Tiempo recomendado para Podgorica: Máximo 1 día, solo si es inevitable

A pesar de que no tuvimos ninguna mala experiencia en esta ciudad (es segura a toda hora, la gente es amable e hicimos amigos caninos), tal vez Podgorica sea la única ciudad en la que no volveríamos a quedarnos más que una noche de tránsito ni aunque nos pagaran por estar ahí. Ojalá logren encontrarle la vuelta para crear algo de ambiente, y que al menos puedan, algún día, transformarla en una ciudad entretenida y con vida. Por ahora, lo más interesante que se puede hacer es elegir cualquier otro lugar de Montenegro.